Notas para una matriz de evaluación de conciertos lo-fi // Vectores a medir: (1) tiempo para subirse al escenario y empezar a tocar [demasiado=0 / 30''=10]; (2) actitud corporal de los intérpretes [firmes=0 / encorvados=10]; (3) comentarios entre canciones [nada=0 / chistes malos=10]; (4) referencias a otros grupos en la vestimenta [chapas de grupos de culto=0 / camisetas mainstream, atemporales, compradas en Tipo=10]; (6) duración [más de una hora=0 / 15 minutos=10] // Otras puntuaciones: (5) pausas para afinar instrumentos [-1 por vez]; (7) gallos o equivocaciones [+1 por vez, +3 si hay que empezar la canción de nuevo]; (8) versiones [+2 si el autor es más conocido que el intérprete / -2 si vicerversa].
Fiesta Birra y Perdiz / sábado 13 de diciembre en el Fotomatón, Madrid / Espanto y Kokoshca + Lacajanegra DJ.
Si alguna vez alguien hiciera tontería semejante a la matriz apuntalada ahí arriba, Espanto sacaría una puntuación altísima. Pero Kokoshca quedaría por encima. Porque fueron dos conciertos chulísimos, encantadores y entrañables con un denominador común: gente que se divierte haciendo la música que le gusta, sin imposturas, poses o efectismos. De lo que ya no hay, apenas, vamos.
A ver si nos vemos. Con esto de la puntualidad madrileña nunca se sabe: si llegas a la hora anunciada, que a dónde vas, que por lo menos hasta dentro de cuarenta minutos nada. Pero si vuelves en una hora, ya te has perdido veinte minutos de concierto. Así que sólo vimos el final de Espanto, o intuímos, porque el bar estaba lleno, y de gente muy alta.
En todo caso, estuvo bien escuchar el hit No cabe un tonto más, con su pegadiza frase de melódica, pero, sea por la sosez del dúo sobre el escenario o sea por la horrible sonorización de aquel sitio, me dejaron algo fría. Me quedo con los CDRs editados por ByP (a ver si actualizáis la web, chavales), impecables colecciones de costumbrismo pop, especialmente Ísimos, una joya que aún es demasiado joven para que podamos valorarla en su justa medida.
Dicen por ahí que alcanzan en él las cotas de Vainica Doble, CRAG o Family. Yo apuntaría más a Kikí d'Akí, un poquitín de Parade y algo de Austrohungría en versión castiza y antimoderna, pero en estado latente. Para mí, con la colección publicada este año, Espanto está tensando el elástico y en el momento menos pensado nos van a pegar el chinazo con una obra maestra de la narrativa cotidiana. Ya verán, nos golpearán en la cara y nos dejarán con caras de tontas, de lo que nos va a gustar, seguro.
Únete a Kokoshca. Pero volvamos a aquella noche, que fue de Kokoshca. Verles en concierto era hacerse fan. A ellos no les gusta el reggae, el ska, el surf ni tú, porque son lo-fi. No llevan el pelo cortado a la moda y se ponen camisetas de los Cramps o Sonic Youth en lugar de vestirse como dos de cada tres chavales de la lista de Pitchfork (por cierto, aquí se puede descargar enterita) y encima se lo pasan bien en el concierto, y se ríen y golpean sus instrumentos con furia y contienen la respiración antes de empezar a cantar.
Además, manejan iconos como K Records, tienen un sentido del humor payasete que recuerda a Beat Happening (Lo-fi, Salou), la despreocupación adolescente de los Vaselines (Peor) y la pizca surreal y apocalíptica de los primeros Surfin' Bichos (Alemania, El cipote de Archidona); pueden ser naif y tiernos sin empalagar (Los domingos, Círculo cuadrado) o pegadizos y yeyés sin hacer el ridículo (Sueña con Dueñas, Carreteras secundarias).
Y si lo que he dicho en los dos párrafos anteriores no son todos los ingredientes para convertirse en los nuevos héroes del indiepop ibérico, es sólo porque la época de los héroes se ha terminado.
Gente molona a tope. Teniendo en cuenta que la fiesta coincidió con el Primavera Club, y con un Barça-Madrid, en aquel bar estaba concentrado lo más del underground local, que incluso dió para un poco de crónica social en la reseña de Lanadadora. El broche lo puso Lacajanegra DJ, mezclando sin piedad hits de ayer (Love will tear us apart con algo de hiphop, creo recordar), allí (mola bailar a Antonna y a Anti fuera de mi habitación) y allá (Younger Younger 28s, qué acierto). En definitiva, una noche redonda que sólo podemos esperar que venga avalada por los gurús de ByP. Vía Karpov, vía Tremolina, ¡viva!
Únete a Kokoshca de Kokoshca (Birra y Perdiz, 2008). Descargar