Si os hacéis llamar como una novela romántica alemana que fue llevada al cine por Fassbinder y tituláis vuestro primer disco con el nombre del modelo epistemológico de Deleuze y Guattari, ¿podemos empezar diciendo que sois absolutamente pretenciosas, verdad?
Effi Briest son seis chicas de Williamsburg – el barrio más guay de Nueva York y por extensión del mundo - que no se andan con chiquitas: para su primer largo se han propuesto recrear un universo propio e hipnótico y lo han conseguido. Post-punk pasadísimo de vueltas, plagado de pasajes oscuros y, como prometen con sólo nombrarlas, empoderamiento trágico y estructuras deconstruidas.
La referencia más clara son las Slits, pero por su disco se podría pasear cualquiera que sepa transformar el mal rollo y la desesperación en gemidos de murciélago y martilleos insistentes: hip hop, kraut rock, dub, relecturas (post)colonialistas y cosillas así. Líneas de bajo tenaces, percusiones densas, voces fantasmagóricas y algún que otro estribillo de vez en cuando para que no se nos atragante, algún momento bailable a lo Blondie. Una especie de rito tribal urbano para coger con mejor ánimo el metro por las mañanas, o, quizá, un discazo.
Publicado en el número 0 de Una buena barba, revista digital de cultura queer sin afeitar. PDF en su web.
Me encantan. Tengo sus dos singles. Esperaba con fruición su estreno en largo y me acabo de enterar. Me parece que una de ellas es hermana de una de las Telepathe. A mí me gusta ese sonido, que aunque quizá sea más propio del neo-folk de principios de la década pasada, está muy bien hecho y las canciones (por lo menos las de los singles) están bastante bien.
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